miércoles, 17 de junio de 2009

¿Cuáles son los últimos desarrollos en órganos artificiales?

Innovaciones que la tecnología de este siglo está brindando a la ciencia médica.
Pulmones artificiales


Investigadores de las Universidades de Michigan y Texas inventaron un pulmón artificial que reproduce la totalidad de las funciones pulmonares normales. El equipo utiliza pequeñas fibras huecas que imitan la estructura del pulmón humano y aumentan el espacio disponible para que el oxígeno pase a la sangre. Es de tamaño pequeño, para que se pueda implantar en el cuerpo y conectarse a la arteria pulmonar, el principal conducto de sangre desde el corazón a los pulmones y el músculo cardíaco se encargaría de bombear sangre a través del dispositivo. Este pulmón podría ser utilizado en pacientes que tienen fibrosis cística, enfisema u otras enfermedades y mejorar su calidad de vida hasta que puedan ser transplantados.

Manos biónicas


En Europa, científicos españoles de la Universidad Autónoma de Barcelona participan junto a otros investigadores de Italia, Alemania y Dinamarca en el proyecto Ciberhand para desarrollar una prótesis destinada a personas que hayan sufrido la amputación de una mano. Ciberhand, será una mano biónica muy similar a la verdadera, porque obedecerá a los impulsos nerviosos del receptor y actuará con datos de contacto, presión y temperatura al igual que el tacto de una mano real. Requerirá en quien la reciba, la implantación de un chip en contacto con las fibras nerviosas que conectaban al sistema nervioso con la mano. Este chip interpretaría las señales bioeléctricas de las neuronas y transmitiría con precisión las órdenes del movimiento a la mano artificial. Cuando llegue a implementarse ofrecerá un gran avance frente a las prótesis usuales que no tienen la precisión de movimiento y la sensibilidad que ofrecerá esta mano artificial.

Estómagos artificiales


También un estómago artificial ha sido presentado recientemente en Londres y si bien no está concebido para ser implantado en personas, cumplirá una interesante función. Fabricado de plástico y metal resistente a los ácidos y enzimas que participan en la digestión, imita las reacciones físicas y químicas y las contracciones que se producen en el estómago, una vez que recibe alimento. Su inventor es el Dr. Martin Wickham, del Norwich's Institute of Food Research, que junto con un equipo de científicos británicos, esperan que el aparato sirva para comprender cómo se procesan los alimentos, cómo se absorben los nutrientes y para el futuro desarrollo de “superalimentos” más sanos y más nutritivos. Además, gracias a él se podría crear comida que manipule el proceso digestivo, se podría saber cuánta glucosa se absorbe en la sangre y esta información sería útil para tratar la diabetes, o para desarrollar alimentos que combatan la obesidad.

El aparato utiliza un programa computarizado para controlar el tiempo que los alimentos permanecen en una determinada parte del estómago y la liberación de secreciones gástricas. Su capacidad es la de medio estómago y puede recibir el equivalente a una porción de 600 mililitros de alimentos.

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